Sorolla. Cazando impresiones
21 diciembre 2022 - 5 marzo 2023
La exposición está organizada por el Palau Martorell en colaboración con
el Museo Sorolla y la Fundación Museu Sorolla.
Sorolla. Cazando impresiones está comisariada por Blanca Pons-Sorolla y María López.
Se compone de un total de 193 óleos en formato pequeño sobre tabla,
cartón u otros materiales pertenecientes a la colección del Museo Sorolla.
A lo largo de su vida, Joaquím Sorolla llegó a pintar cerca de dos mil óleos sobre cartones o mesitas de pequeño tamaño. Los llamaba "apuntes", "manchas", o "notas de color".
Este formato fue cada vez más utilizado a lo largo del siglo XIX por los grandes artistas,
ya que permitía recoger con rapidez ideas o impresiones de cosas vistas en obras independientes
que iban más allá de un simple esbozo. Consideradas al principio obras íntimas,
productos inacabados del trabajo del pintor, pronto se apreció la libertad creativa
y empezaron a exponerse ya cotizarse como muestras de lo más personal y original del artista.
Sorolla las utilizó en ocasiones para ensayar composiciones, pero a menudo como mero ejercicio. Las conservaba en su estudio, sujetas con agujas cubriendo paredes enteras; Sin embargo, pronto empezó a enmarcarlas, y en todas sus exposiciones estos cuadritos tuvieron una presencia abundante y destacada.
Pequeños en tamaño, pero grandes en audacia, contienen ráfagas del Sorolla más brillante.
La exposición recoge estas piezas pintadas por Sorolla a lo largo de toda su trayectoria artística dividida de la siguiente forma:
FORMACIÓN Y CONSOLIDACIÓN, 1880 – 1903
Después de los años de formación en Valencia, Sorolla se establece en Roma pensionado por la Academia de España (1885-1889), y desde allí viaja a París, donde el panorama artístico de la capital francesa le dejó atónito.
A partir del año 1890, instalado en Madrid con su mujer, empieza a presentarse a grandes certámenes en España y el extranjero.
En 1903, cuando termina el gran cuadro Sol de tarde, Sorolla considera que definitivamente ha encontrado su estilo.
Sus primeros apuntes muestran la influencia de Fortuny y de los italianos tanto en la composición como en la forma de utilizar expresivamente las zonas de la madera que deja sin pintar.
Las obras de pequeño formato le sirven como preparación para composiciones más ambiciosas; pero cobran paulatinamente independencia respecto a las obras de envergadura: Sorolla las
utiliza como instrumento paralelo, experimental y, sobre todo, como una manera de mirar y convertir en pintura la esencia de esa mirada.
LA MADUREZ ARTÍSTICA DE SOROLLA 1904 – 1911
La exposición en la Galería Georges Petit, París, 1906
En 1906 Sorolla presentará su primera exposición monográfica en París, en la moderna y prestigiosa galería Georges Petit. Entonces ya ha dado un giro decisivo hacia los temas que le ofrecen mayores seducciones y desafíos visuales: las variaciones de la luz a lo largo del día y de las estaciones, el color de las sombras, los reflejos y transparencias del agua, los contraluces , las audacias cromáticas. Y encuentra en sus amplios espacios del mar y de las playas el escenario más rico.
En esa exposición hubo una amplia representación de sus pequeños formatos, que adquieren una importancia enorme como apoyo a su avidez de experimentación en estos años.
Tras la exposición, Sorolla pasa unas semanas en Biarritz, donde las escenas del esparcimiento de los elegantes en las playas le proporcionan nuevos estímulos. La paleta se aclara y refresca, y los encuadres adquieren un máximo de instantaneidad fotográfica.
LA MADUREZ ARTÍSTICA DE SOROLLA 1904 – 1911
Las exposiciones americanas
Entre los años 1907 y 1911, Sorolla realizará numerosas exposiciones individuales: tres en Alemania (1907), una en Londres (1908) y la gran exposición de la Hispanic Society de Nueva York (1909). Luego vinieron otros a Estados Unidos: ese mismo año en la Fine Arts Academy de Buffalo y la Copley Society de Boston; y en 1911, en el Art Institute de Chicago y en el City Art Museum de St. Louis, además de la Exposición Internacional de Roma. El estallido de la Primera Guerra Mundial puso fin a ese movimiento.
En estas exposiciones, Sorolla presentó sus notas de color enmarcadas individualmente y les dio un gran protagonismo, mostrando la importancia que el propio artista les concedía como obras autónomas e independientes. Pero proveer todas estas exposiciones obligó a Sorolla a trabajar intensamente en formatos medios, por lo que poco a poco decreció su producción de “notas de color”.
PLENITUD 1912 – 1919
Ahora es cuando mi mano obedece por completo a mi retina y mi sentimiento,
veinte años después! Realmente la edad en la que debe llamarse pintor:
después de cuarenta de trabajo!
Rodolfo Gil citando Sorolla, en Joaquín Sorolla, 1913, pp. 25-30
Desde 1912, el gran encargo de los murales para la Biblioteca de la Hispanic Society consume la mayor parte de su tiempo. Cuando no está pintando para el proyecto, lo hace para sí mismo, sin la presión de las exposiciones. Cultiva los íntimos y silenciosos cuadros de jardín y produce algunas de las más bellas y conseguidas escenas de playa. Cada vez más, la rapidez, destreza y ligereza que había aplicado en sus apuntes se reflejan en sus obras de mayor envergadura.
En los últimos años, los apuntes que pinta en las playas del norte, especialmente en San Sebastián, muestran tanto su incansable afán de experimentación como una ejecución cada vez más abreviada. Un Sorolla esencial que, a través de sus “pequeños formatos”, sigue investigando la síntesis visual de las formas al aire libre.